¿Qué es la amigdalitis?
La amigdalitis es la inflamación de las amígdalas, dos masas de tejido de forma ovalada situadas a ambos lados de la parte posterior de la garganta.
¿Por qué motivo se parece y cuáles son las causas?
La causa de la mayoría de los casos de amigdalitis es la infección con un virus frecuente, pero las infecciones bacterianas también pueden provocar amigdalitis.
Dado que el tratamiento adecuado para la amigdalitis depende de la causa, es importante obtener un diagnóstico rápido y preciso. La cirugía para extirpar las amígdalas, que alguna vez fuera un procedimiento frecuente para tratar la amigdalitis, se realiza solo cuando la amigdalitis bacteriana se produce con frecuencia, y no responde a otros tratamientos o provoca complicaciones graves.
¿Qué síntomas tiene?
La amigdalitis afecta con mayor frecuencia a niños entre la edad preescolar y mediados de la adolescencia. Los signos y síntomas frecuentes son los siguientes:
- Amígdalas rojas e inflamadas
- Recubrimientos blancos o amarillos en las amígdalas
- Dolor de garganta
- Dificultad o dolor al tragar
- Fiebre
- Voz rasposa, apagada o ronca
- Mal aliento
- Dolor estomacal, en especial en los niños pequeños
- Rigidez en el cuello
- Dolor de cabeza
¿Cuáles son los tratamientos?
Si la amigdalitis está provocada por una infección bacteriana, el médico recetará una serie de antibióticos. Tomar penicilina por vía oral durante 10 días es el tratamiento antibiótico más frecuente recetado para la amigdalitis provocada por estreptococos del grupo A. Si hay alergia a la penicilina, el médico recetará un antibiótico alternativo.
Se debe completar todo el tratamiento con antibióticos según lo recetado, incluso si los síntomas desaparecen por completo. Si no se toman todos los medicamentos según las indicaciones, la infección puede empeorar o extenderse a otras partes del cuerpo. Particularmente, no completar todo el tratamiento con antibióticos puede incrementar el riesgo de padecer fiebre reumática e inflamación renal grave.
Recordar
Las amígdalas son la primera línea de defensa del sistema inmunitario contra las bacterias y los virus que ingresan a la boca. Esta función puede hacer que las amígdalas se vuelvan especialmente vulnerables a la infección y la inflamación. No obstante, la función del sistema inmunitario de las amígdalas disminuye después de la pubertad (un factor que puede explicar los casos pocos frecuentes de amigdalitis en adultos).