Si tiene diabetes, el nivel de azúcar en su sangre es muy elevado. Con el tiempo, eso puede causar daños en los riñones. Los riñones son filtros que limpian la sangre. Si están dañados, los desechos y los líquidos se acumulan en la sangre en lugar de salir del organismo.
El daño renal ocasionado por la diabetes se denomina nefropatía diabética. Comienza a ocurrir mucho antes de que aparezcan los síntomas. Las personas con diabetes deben someterse a pruebas periódicas para detectarla. Las pruebas incluyen un examen de orina y un análisis de sangre para ver qué tan bien los riñones están funcionando.
Si el daño continúa, los riñones pueden fallar. De hecho, la diabetes es la causa más común de insuficiencia renal en los Estados Unidos. Las personas con insuficiencia renal requieren diálisis o un trasplante renal.
Es posible retrasar el progreso del daño renal o impedir que empeore. Controlar la glucemia y la presión arterial, tomar los medicamentos y no comer demasiadas proteínas puede ayudar.
¿Cuáles son los síntomas de la nefropatía diabética?
La nefropatía diabética generalmente no causa síntomas hasta que el daño renal es grave. A medida que la enfermedad progresa, los síntomas pueden incluir: hinchazón de los pies y tobillos, debilidad, pérdida del apetito, dolor de estómago, insomnio y dificultad para dormir, confusión y dificultad para pensar.
¿Cuál es la causa de la nefropatía diabética?
La nefropatía diabética es una consecuencia de la diabetes. Con el tiempo, los altos niveles de azúcar pueden dañar los riñones. Es más probable que ocurra un daño renal si su nivel de azúcar en sangre no se controla. También es más probable si usted fuma o si tiene presión arterial alta.
¿Cómo se diagnostica la nefropatía diabética?
Su médico le hará pruebas de orina para verificar si hay proteína en la misma. Si hay proteína en la orina, esto podría significar que su diabetes ha dañado los agujeros en los vasos sanguíneos de los riñones. Esto hace que los agujeros sean lo suficientemente grandes como para que la proteína (y otros nutrientes que su cuerpo necesita) se filtre en su orina. El médico también puede querer hacer un análisis de sangre para ver cuán dañados están los riñones.
¿Se puede prevenir o evitar la nefropatía diabética?
La mejor manera de prevenir la nefropatía diabética es mantener el nivel de azúcar en sangre regulado. También debe comprobar regularmente su presión arterial. La presión sanguínea alta puede conducir a una disminución de la función renal. Mantener la presión arterial en el rango normal puede ayudar a prevenir el daño en los riñones. Tratamiento de la nefropatía diabética.
Si se le diagnosticó nefropatía diabética, se puede retrasar el daño. Estas son algunas de las cosas más importantes que puede hacer para proteger sus riñones: Mantenga su presión arterial por debajo de 140/90, con los medicamentos prescritos por su médico.
Controle su nivel de azúcar en sangre con sus medicamentos para la diabetes recetados por su médico. Mantenga una dieta saludable, puede necesitar comer menos proteínas. Manténgase físicamente activo cada día. Deje de fumar. Consulte con su médico antes de tomar cualquier medicamento nuevo. Asista a todas sus citas con el médico. La nefropatía diabética puede empeorar con el tiempo, incluso con los tratamientos adecuados. Los riñones pueden dejar de funcionar. Esto se llama insuficiencia renal. Si esto sucede, los desechos se acumulan en el cuerpo. Esto puede causar náuseas, vómitos, debilidad, falta de aire, y confusión. En los casos graves, la insuficiencia renal puede causar convulsiones y coma.
Si usted tiene insuficiencia renal, su médico le indicará diálisis. En la diálisis, se utiliza una máquina para retirar los desechos de la sangre. Si tiene insuficiencia renal, su médico le ayudará a decidir qué tipo de máquina de diálisis es adecuada para usted.
Vivir con nefropatía diabética
Recibir un tratamiento a tiempo puede retrasar o incluso evitar que la nefropatía diabética avance. La enfermedad progresa lentamente. No todas las personas que presentan
nefropatía diabética llegan a la etapa de insuficiencia renal. Tener diabetes no significa que
se desarrollará la enfermedad.